Primeras Impresiones

Aunque las nuevas camadas sean sensibles y fieles, uno de sus exponentes me sorprendió de un día para otro, reubicándome desde el principio de la lista hasta el very bottom of it. La experiencia y otras casualidades dieron la señal de hacer las maletas, aplicar a una transferencia en el trabajo y aterrizar en el país del te-con-leche, del Tube, de Harrods, de DJ's y de Lady Di. El primer día y recién llegada del horrible trámite de Heathrow donde mi nacionalidad cien por ciento chilena me hizo pasar a una pieza en el aeropuerto llamada "Pest Control”, con 3 maletas más grandes que yo y un semi broken heart, me reciben el Támesis, los museos, las fiestas y Ryan Air. Gente nueva y trabajo nuevo suenan como cambios necesarios. Para empezar esta nueva odisea con el pie derecho, nada mejor que una noche de bienvenida para sentirse más en casa, no? En vez de la imagen perfecta de mis futuros carretes en Londres: chics, atmósferas en blanco y negro y rodeada de ingleses con sus Bellinis y Martinis, esta recepción en un típico Irish Pub atestado de tomadores de cerveza, esos que en Londres se suponían en extinción, pero abundan.
Al menos una primera conclusión: hago nuevos amigos o cambio mis lugares de salida, pero esto no se vuelve a repetir.
Después de pelear en las mañanas por The Loot, el diario que supuestamente resuelve tus problemas habitacionales, decidí darme en el gusto e ir a una agencia. Jamás hubiese pensado que una agencia de propiedades se puede parecer tanto al paraíso. Con un promedio de veinticinco a treinta y cinco años, David Beckhams populares, trajes increíbles (las comisiones son bastante generosas), todos muy fashion y con clean cuts. Definitivamente recomendable para encontrar a alguien que se parezca al sueño londinense que todas llevamos dentro. Si le pones empeño y credibilidad, la visita puede durar varias horas, amenizadas con coffee breaks. Simplemente dije, de muy mal genio:
-Necesito un departamento en una semana y no quiero llenar formularios.
Me presentaron a Cameron Buchanan, un australiano surfista decidido a conquistar Londres, información que obtuve en el auto camino a ver los departamentos. Mi amigo nuevo me pregunta qué hago acá, cuáles son mis aspiraciones habitacionales, y si el departamento que busco es para mí y para mi boyfriend o sólo para mí. Una manera muy discreta de averiguar si soy o no soltera. Después de varios lugares que definitivamente no puedo pagar, termina el día sin departamento, pero con teléfono de aussie friend. Después de un minuto de despedirme de él, me llega un mensaje confirmando que quizás, y aunque no tenga departamento para el fin de semana, sí tengo invitación para ir de drinks. "My favorite customer. Saturday to discuss apartments in the Long Bar?." Así, tal cual. Como buena chilena, no le respondí hasta que me llamó el sábado para pasarme a buscar.